jueves, 22 de septiembre de 2016



Análisis de los modelos decisionales de Allison: Propuesta de una nueva Asamblea Constituyente en Costa Rica.

No hay más que un contrato en el Estado, que es el de la asociación, y este excluye todos los demás. No podría celebrarse ninguno otro que no fuese una violación del primero.”
Jean Jacques Rousseau.

El día 13 de septiembre, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) rechazó lo que al parecer indicaba la recolección de firmas con la intención de proponer una nueva constituyente, encabezada por el exdiputado liberacionista y ex controlador general, Alex Solís Fallas. Los motivos principales por los cuales el TSE no aprobó el proyecto de ley, se deben a violaciones específicas sobre la Constitución Política del país, rompiendo así el modelo constitucional que prevalece según el sistema político que impera en Costa Rica desde 1948. En pocas palabras, el proyecto de ley contiene elementos jurídicos inconstitucionales.
El autor Graham T. Allison nos muestra en su libro “La esencia de la decisión” una gama de modelos con respecto a la toma de decisiones en cuanto a los Gobiernos o Estados: modelo del actor racional, modelo organizacional y modelo de política intergubernamental. En nuestro caso, nos interesa abordar el segundo modelo (organizacional) debido a que la similitud del caso y los elementos teóricos del modelo se ajustan al análisis que se planteará a continuación. Sin embargo, primero vamos a mencionar los elementos más importantes de la teoría según Allison.
El primer elemento es la cuasi-resolución del conflicto; las organizaciones trabajan en medio de un conflicto latente, impulsando los fines propuestos, el consenso se reemplaza por la opinión de la coalición dominante, resaltando que, aunque las instituciones como independientes mantienen diversas posturas respecto a un tema específico, las que coincidan con los objetivos perseguidos resultarán ser las mayores beneficiadas. El segundo elemento es evitar la incertidumbre; las organizaciones buscan cómo resolver los problemas coyunturales, dejando de lado las estrategias a largo plazo, y además priorizan la negociación con el o los medios. El tercer elemento es la búsqueda problemática; no se persigue la opción más conveniente, sino la que logre satisfacer las necesidades para una solución inmediata de la problemática, a pesar de las divergencias en cuanto a las experiencias, motivos, medios y fines de las instituciones, que no se llegan a solucionar colectivamente. El cuarto y último elemento es el aprendizaje organizacional; menciona que las instituciones organizacionales son dinámicas, conforme a la experiencia, nuevos medios, fines, reglas y procedimientos van surgiendo.
Esto nos lleva a tratar de “leer entre líneas” el caso de la Asamblea Constituyente en Costa Rica: ¿Cuál es el margen que deja la teoría con respecto a la aplicación práctica? ¿La burocracia está permitiendo ralentizar o acelerar el proyecto de ley? ¿Qué clase de cambios en materia jurídica implica esto para la política interna y la política exterior? Algunas fuentes de opinión (publica, política, intelectual) indican que la segunda República se ha vuelto ambigua, muchas leyes necesitan ser modificadas, es tiempo de fomentar un gobierno de coalición, sin importar las diferencias ideológicas que los separan. Otras opiniones, en defensa de la actual Constitución Política, mencionan que es peligroso “atentar” contra la esencia política del país, además de expresar con cierta inquietud que, si el modelo democrático deja de ser lo que es, podría afectar la imagen del país, a nivel nacional e internacional.
Nuevamente, recopilando los elementos teóricos de Allison, se nota la separación entre la ficción y la realidad en Costa Rica: los sectores dominantes no se logran poner de acuerdo con los sectores más pequeños (inclusive entre los mismos sectores dominantes sucede lo mismo). La incertidumbre es cada vez mayor; las problemáticas coyunturales como el desempleo, el crimen organizado, los congestionamientos en las carreteras, entre otros, no se reducen, o al menos la sociedad civil no percibe que sea así. La fragmentación política en el país genera una menor solución de problemas, ni el jefe de Gobierno, ni los partidos políticos, ni las instituciones gubernamentales llegan a un consenso, con el objetivo de mejorar la situación general. Y como si eso fuera poco, las organizaciones se “dinamizan” durante el periodo de gobierno, pero cuando ocurre la transición de poderes, las instituciones, al parecer, pierden la experiencia obtenida los años anteriores.
Ahora bien, existe un factor complejo el cual Allison no contempla en su modelo (este factor también tiene cabida dentro del modelo de política intergubernamental): la estructura del Estado-Nación, y los principios, fundamentos y premisas que se fomentan desde hace siglos en Europa y los EEUU (o en términos geopolíticos, occidente). Esto ha ocurrido debido a que, en nuestro país, la constitución es la máxima “representación jurídica”, centralizando su poder con base a todas las leyes que esta contenga, y cabe resaltar, que a lo que llamamos burocracia en términos Weberianos, impide a las organizaciones avanzar en temas de suma relevancia, que permitan el bienestar colectivo. No hablamos del poder ejecutivo, legislativo y judicial, hablamos de todos los sectores institucionales que han surgido gracias al Estado, pero que en muchos casos (como este), la cuota de poder individual y colectiva, deja mucho que desear. Por esta razón, si las organizaciones buscan la solución de problemas, deben pasar por la burocracia establecida según la ley, llegando a durar inclusive años para llegar hasta la última instancia, perdiendo validez e importancia.
En conclusión, como desafío organizacional, el factor decisional en las instituciones debe tomar una senda inclinada hacia el pragmatismo, porque un puñado de papales sobre un escritorio no van solucionar nada, al menos, de manera inmediata. Además, resulta conveniente dejar de pensar solo en los planes de gobierno, no debido a que sean cortoplacistas, sino a que también se le debe dar una oportunidad al proyecto país, en pro de mejorar el desarrollo en todos los ámbitos existentes; si se han logrado avances a corto y mediano plazo, ¿Por qué no también al largo plazo? Finalmente, ese conglomerado de instituciones, constituidas por seres humanos, deberían de tomar en cuenta la palabra innovación; es comprensible la inquietud que genera dar un paso hacia lo desconocido, pero Allison nos dice muy claro que las “instituciones son dinámicas”, o en palabras de Alfonso Echeverría: “es misión de los poderes públicos actuar para alcanzar, no ya la igualdad formal ante la ley, sino la igualdad real y efectiva.”
Referencias bibliográficas.
-Allison, G. (1988). La esencia de la decisión. Buenos Aires. Gel.
-El país. (2016). “Una Asamblea Constituyente.” Disponible en: http://www.elpais.cr/2016/05/16/una-asamblea-constituyente/ Revisado el 20 de septiembre del 2016.

REALIZADO POR
MARIA JOSE TOLEDO ANDRES ZAMORA

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