El
martes 20 de septiembre del año 2016 el presidente de turno, Luis Guillermo
Solís Rivera, abandonó de manera efímera la sesión de la ONU que se llevaba a
cabo en New York, en el momento que se presentaba a su homólogo de Brasil
Michel Temer para que brindara su discurso ante el plenario. Las razones
brindadas para dicho proceder por parte del presidente de la República de Costa
Rica y su Ministro de Relacionas Exteriores Manuel González Sáenz, fueron que
lo sucedido ocurrió a modo de protesta ante su desacuerdo en el método de la
toma del poder del presidente Temer ante la destitución de la ex presidenta
Dilma Rousseff, alegando posibles violaciones a la democracia y dudosas maneras
en las formas del proceder político y jurídico de dicho país. Se afirma que
dicha decisión fue tomada de manera unilateral, pero según los vídeos y varias
declaraciones, tal afirmación es dudosa; y se supone un posible acuerdo entre
Ecuador, Venezuela y Bolivia en conjunto con el presidente Solís.
Partiendo
de esta breve introducción a los hechos surge una interrogante: ¿fue acaso esta
peripecia una decisión diplomática o más bien podría considerarse como un golpe
"técnico"?, partiendo de lo sucedido, fue una decisión escaza de
cultura diplomática. En su libro Diplomacia,
Henry Kissinger afirma que el presidente desempeña el papel de educador para
afirmar los valores morales en el marco del idealismo. Lo ocurrido en la pasada
cumbre deja muy al garante si el presidente Solís cumple con su papel de
educador axiológico moral desde esta perspectiva o no. Costa Rica ha sido
siempre muy cautelosa en su matriz de Política Exterior, pero actos como estos deslegitimizan
esa pericia y tacto.
Los
costes de oportunidad ante dicho arrebato no fueron medidos por parte de la administración
actual de la República de Costa Rica. Si se quería objetar ante lo sucedido en
la presidencia del gobierno de Brasil, debían buscarse los métodos y tácticas
dignas diplomáticamente hablando, y no actuar como si se encontrase fuera del
orden mundial. Claramente Costa Rica posee todo su derecho y soberanía para
abandonar la sala cuando más le convenga a sus intereses y políticas
exteriores, pero cuando este derecho y soberanía se fundamenten en razones
contundentes.
Decisión
diplomática, claramente no, golpe táctico, posiblemente sí; lo cual es
discrepante puesto que al inicio de su candidatura el presidente Solís afirmó
que una de las metas de la política exterior de su gobierno era la de
fortalecer los lazos y relaciones bilaterales con Brasil, pero sus acciones en
la sesión de la ONU evidencian lo contrario. Por lo tanto, se demuestra que los
nuevos intereses para las relaciones con Brasil han cambiado, y que se iniciaron
de la manera menos diplomática posible.
El Mundo, 2016.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
El Mundo. 2016. Luis
Guillermo Solís abandona sesión de la ONU ante discurso de Michel Temer. Revisado el 20 de septiembre, es: http://www.elmundo.cr/luis-guillermo-solis-abandona-sesion-de-la-onu-durante-discurso-de-michel-temer/
Kissinger, H. 1994. Diplomacia. Dúplex S.A. Ciudad de Asunción, Barcelona, España.
Por Élida Jiménez Varela
21/09/16
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